martes, 12 de noviembre de 2013

Amistad, amor o algo de fierro viejo

El sábado fui al doctor: meses de crisis lo ameritaban. Resulta que tengo agotamiento emocional somatizado en el cuerpo. ¿Le cae? Pensé, pero de inmediato reflexioné. A quien no le cae es a mí. 

Será, tal vez, que me exijo demasiado y por eso no termino nada. Era pregunta, aunque me pareció más adecuado puntuarla como oración declarativa y no como interrogativa... Han pasado muchas cosas este año. Algunas cosas se saben, otras no. Pero todo ha pasado, todo y nada. Estas paradojas que en Lógica dicen que no pueden ocurrir y que, sin embargo, pasan. Así pasó todo y también pasó  nada que, después de un ciclón, me dejó devastada. Un huracán llamado Charbelí alcanzó pronto la máxima categoría y dejó en ruinas mi universo. Apenas me recupero del dolor que aún me duele.  Apenas me perdono los daños. Poco a poco, pero un poco a poco que me tiene tirada en cama emocional o, pero aún, andando como una sonámbula emocional. Para un lado y para otro, sin rumbo busco, suplico encarecidamente una esperanza. 

Así que sí, soy como un pepenador solicitando amistad, amor o algo de fierro viejo que vendan...  ¿Cómo no voy a estar agotada?

0 comentarios: